¡Bienvenidos!

Muchos de nuestros amigos trabajan, como nosotros, con las palabras. Entre ellos, hay correctores, maestros, profesores, traductores, periodistas, abogados, estudiantes y publicistas que, a veces, nos consultan sobre sus dudas y, a veces, nos transmiten conocimientos que ignorábamos.

Pensando en ese maravilloso intercambio al que nos invita nuestra lengua, decidimos inaugurar este espacio. Sabemos que no es novedoso, pero estamos convencidos de su utilidad (y creemos que nos va a servir a todos).





Mónica Márquez

Gustavo Luchini

1/3/11

Plural de los nombres que designan colores

Cuando funcionan como sustantivos, el plural se forma de acuerdo con las reglas generales: los blancos, los rojos, los carmesíes o carmesís, los azules, los marfiles, etc. Si el nombre de color lleva en aposición otro sustantivo, este último permanece invariable: los verdes botella, los grises perla, los rojos sangre, etc.
Cuando funcionan como adjetivos, hay que distinguir entre los que designan únicamente colores, los cuales concuerdan siempre con el sustantivo al que modifican (faldas rojas, pantalones verdes, ojos azules, etc.), y los nombres que designan primariamente una flor, un fruto, una sustancia o un objeto que tienen ese color característico, los cuales pueden permanecer invariables (ojos malva, faldas naranja, camisas violeta, etc.) o concordar con el sustantivo (ojos malvas, faldas naranjas, camisas violetas, etc.). Si, para designar matices, un nombre de color se halla modificado por otro, o por un adjetivo como "claro", "oscuro" u otros similares, lo normal es mantener ambos elementos invariables en singular, de acuerdo con el uso mayoritario (pantalones verde botella, ojos azul claro, telas rojo oscuro, etc.).